Novedades

Una casa abandonada y rodeada de misterio; un asesinato y una venganza en el presente que llegará del pasado. Para Kaine Prescott la muerte no es una extraña. Su marido murió hace dos años en extrañas circunstancias y sus súplicas para que la investigación fuera más allá cayeron en saco roto. Para olvidar y empezar de nuevo, decide comprar una vieja casa en la ciudad natal de su abuelo, en Wisconsin.

La señorita Mariah Aubrey desaparece tras un escándalo y se esconde en la casa abandonada de un guarda, en los confines de la hacienda de un pariente. Para ganarse la vida y pagar a su leal sirvienta, Mariah se dedica a lo único que sabe hacer: escribir novelas. El capitán Matthew Bryant, que acaba de volver de la guerra rico y condecorado, alquila una enorme hacienda a un noble empobrecido, decidido a demostrarle a la bella mujer a la que un día amó y lo rechazó que se equivocaba, y de qué manera.

«¡Id a José!» Por cientos de años, muchos santos nos han invitado a acudir a San José por cualquier necesidad, y ahora el Papa Francisco nos repite «Id a José». Sin embargo, en toda la Biblia no hay ninguna frase que San José haya pronunciado. Entonces ¿cómo podemos acudir a alguien tan silencioso? Estos cuatro cuentos son otro camino para «ir a José» presentando la vida del santo para nuestras mentes y corazones. Sumergirse en cualquier escena del Evangelio puede ser una hermosa forma de oración de contemplación - y esa oración se profundizará cuando el ir a José se ...

“Poemas de amor: El canto de la reina de Saba” es una colección de poemas donde predomina la imaginación y la fantasía de una mujer que ama y se ve recreada en el personaje de la reina de Saba. El poemario está dividido en cuatro capítulos: La creación del hombre y la mujer, El viaje, el encuentro y el amor de los amantes. El poemario comienza con un cántico de la creación del hombre y la mujer y desde ese inicio se comienza a relatar en forma poética el viaje de la Reina de Saba y como se imagina al hombre que ama, cuando llegan a encontrarse ella sigue imaginando que ya está...