El Primer Ministro de Gran Bretaña es secuestrado en vísperas de una importante cumbre internacional. Se exige un rescate exorbitante y se plantea un grave dilema político. El detective privado Hercule Poirot es llamado para resolver el caso. Poirot y su amigo el Capitán Arthur Hastings investigan y se encuentran con múltiples sospechosos, incluyendo a miembros del gobierno y del personal del Primer Ministro.

Hasta el momento, en todos los casos que yo he relatado, las investigaciones de Poirot se iniciaron partiendo del factor central, ya fuese crimen o robo, y fueron siguiendo un proceso de deducciones lógicas hasta llegar a la solución final. En los acontecimientos que ahora voy a relatar, una curiosa cadena de circunstancias tuvo su principio en ciertos incidentes aparentemente triviales que atrajeron la atención de Poirot y culminó en los siniestros sucesos que constituyeron uno de los casos más extraordinarios.

Arthur Hastings, amigo del famoso detective Hercule Poirot, visita Marsdon Manor, una mansión inglesa, donde ocurre un misterioso asesinato. El señor Maltravers, un hombre rico y enfermo, es encontrado muerto en su habitación, aparentemente de un ataque al corazón. Sin embargo, Poirot sospecha que hay más de lo que parece y comienza a investigar.

Un equipo de arqueólogos británicos desentierra una tumba egipcia antigua en una expedición en Egipto. Sin embargo, una serie de extraños y mortales eventos comienzan a sucederse, y el equipo cree que la tumba está maldita. Un misterioso asesinato ocurre en el campamento, lo que lleva a la intervención del famoso detective belga Hercule Poirot.

Un valioso bono del gobierno de Estados Unidos por un millón de dólares es robado durante un viaje en barco a Nueva York. El ladrón es desconocido y se plantea un enigma aparentemente insoluble. El famoso detective privado Tommy y Tuppence Beresford son contratados para resolver el caso. Tommy y Tuppence investigan a los diversos pasajeros del barco, descubriendo una red de intrigas y sospechas.