Ambos están a punto de enfrentarse a su destino.
Amelia es una mujer de profunda fe, soltera, de unos cuarenta años, que ha pasado la mayor parte de su vida cuidando a los demás en el pequeño y tradicional pueblo de Remedios, en el corazón de Cuba. Durante más de dos décadas, ha vivido dedicada al bienestar de su familia, postergando siempre sus propios anhelos y necesidades. En su rutina cotidiana, se ha resignado al silencio de sus propios sueños.

Mientras tanto, Frank emprende un viaje desde su hogar en Miami, Florida, hacia ese mismo pueblo, buscando respuestas sobre el pasado de su difunta madre. Es el año 2022. Al llegar a Remedios, se ve envuelto en una búsqueda inesperada, no solo de memorias familiares, sino de algo mucho más profundo. En ese proceso, forja una entrañable amistad con Amelia, quien se convierte en el puente entre él y su historia perdida. Ella, acostumbrada a la estabilidad de su mundo, se resiste a las emociones que comienzan a surgir… pero pronto, su vida dará un giro inesperado.

Remedios no es solo un pueblo pintoresco: es un escenario donde coexisten la luz y la oscuridad, la fe y la desesperanza. Sus calles están pobladas de historias no contadas y de fantasmas que susurran desde el pasado. Es un lugar donde las tradiciones se abrazan con fuerza y las parrandas iluminan la noche con una alegría casi obstinada, incluso mientras el tiempo y la carencia parece erosionarlo todo. Y en medio de esa lucha por la subsistencia, aún queda espacio para la esperanza.

Porque a veces, el destino se manifiesta justo donde menos lo esperamos.

Orquídeas en las sombras: la oscuridad solo se puede combatir con la luz.