#214 | Café y Sándwich Cubano / Everglades Salvaje / Focaccias Caseras / El Papa-Americano Podcast Por  arte de portada

#214 | Café y Sándwich Cubano / Everglades Salvaje / Focaccias Caseras / El Papa-Americano

#214 | Café y Sándwich Cubano / Everglades Salvaje / Focaccias Caseras / El Papa-Americano

Escúchala gratis

Ver detalles del espectáculo

Acerca de esta escucha

Hoy nos lanzamos de cabeza a este caos donde mezclamos a Sean Penn con Chávez (sí, ese señor que anda de selfie con el chavismo), revisamos Mystic River como si fuera un documental de su vida política, y de paso hacemos paréntesis para hablar de Harvey Milk, el verdadero héroe de San Francisco (spoiler: no era un actor, pero de seguro hubiera hecho un mejor discurso). Después de tanto dramón, aterrizamos en Miami, donde el calor te asa y el café te salva la vida: desde las ponchazas estilo IHOP hasta el mítico cortadito cubano que te dispara directo a la estratosfera. No faltan las anécdotas en lancha entre los manglares, encontronazos con cocodrilos y la ñapa de cómo terminamos con tres cafeteras al mismo tiempo. Todo aderezado con nuestro humor bien picoso, algunas preguntas existenciales sobre la filosofía barata de Paulo Coelho y el constante recordatorio de que, después de todo, somos un podcast “respetuoso, ético y de decencia”.

Empezamos el día en la obra con nuestro “bump” mañanero que pareciera la poción secreta de energía, luego nos metemos en el choque de pastelitos cubanos vs. tequeños gourmet (spoiler: hay aberraciones de Nutella y jojoto que estremecen el alma). Hablamos de la cacería del sándwich cubano perfecto —ese clásico de pan inflado, pernil, jamón y queso suizo— y exploramos sus variantes de medianoche y Key West. De paso, nos perdemos en las callejuelas de Miami y Key West, entre cafés infinitos, coladas explosivas y un algoritmo de TikTok que nos tiene rodeados de swingers senior (¡peligro, gente!). Todo aderezado con nuestra chispa irreverente, un poco de política de “obras” y mucho café.

Debatimos si mudarse al pueblo solo para disfrutar del silencio o ver la ciudad vacía en pleno agosto (spoiler: en Madrid te regalan el metro y el autobús casi para ti). Después cruzamos a Miami-Dade, donde hasta a las 3 AM te atascas en la autopista y los choques te secuestran el tráfico. Del caos vial saltamos directo a la fiesta familiar: griterío, chiquillos de todas las generaciones y tu humilde anfitrión salvando el día con seis focaccias doraditas —¡tan buenas que volaron antes de la cena! De ahí, tocamos al nuevo Papa Panicano (¡sí, el de Chicago!), su rollo más “plebeyo” y esa vibra de cónclave que suena a convive de panas. Y claro, cerramos con el gran cambio: el paso del birrote al cafecito mañanero —porque ya eres todo un adulto cuando preguntas “¿otra tacita?” en lugar de “¿otra ronda?”.

adbl_web_global_use_to_activate_T1_webcro805_stickypopup
Todavía no hay opiniones