
Emociones auténticas en la paternidad
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Acerca de esta escucha
Creo que una de las cosas más difíciles que hacemos como padres es aparentar estar felices por fuera cuando realmente nos sentimos estresados por dentro. La cantidad de energía que se necesita para mostrar felicidad es enorme, especialmente cuando ya estamos ocupados tratando de resolver lo que nos está causando estrés. El esfuerzo extra por parecer felices agota aún más nuestro sistema.
La vida moderna nos da esta falsa idea de que debemos disfrutar de cada momento para tener éxito o ser felices. Existe una tendencia a documentar todo lo que es #hermoso, #auténtico, #bendecido, #loquesea para mostrar a todos que lo estamos logrando. Esto puede ser tan sencillo como el café especial que tomamos todas las mañanas, selfis sudorosos en el gimnasio, o incluso una compra en Amazon para mostrar que estamos a la moda.
Desde fuera, nuestras vidas pueden parecer a otros como un sueño o una fantasía. Esas personas que miran nuestras vidas desde fuera no pueden ver o sentir el estrés diario que se acumula solo para seguir adelante. Los trabajos pueden ser desafiantes, los niños pueden atravesar períodos que ponen a prueba nuestra paciencia como padres, las enfermedades pueden sorprendernos, y a veces simplemente la mala suerte que nos zarandea. Esta disonancia entre lo que realmente vivimos y lo que mostramos a los demás puede crear presión social porque debemos dar a la gente lo que espera. Casi puede hacernos sentir como si tuviéramos una obligación inconsciente, la obligación de actuar.