
La Prueba Semana 4
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Este sermón, basado en Santiago 2:1-13, confronta un pecado sutil pero destructivo: la parcialidad dentro del cuerpo de Cristo. Santiago nos recuerda que la fe auténtica en Jesucristo no puede coexistir con actitudes de favoritismo hacia los ricos o poderosos, ni con el desprecio hacia los pobres o marginados.
1. El problema de la parcialidad
Santiago denuncia cómo algunos creyentes trataban de forma preferencial a los ricos (Santiago 2:2-4), lo que los convierte en “jueces con malos pensamientos”. Esta actitud choca frontalmente con el carácter de Dios:
- Deuteronomio 10:17 – “Dios... no hace acepción de personas ni acepta soborno.”
- 1 Samuel 16:7 – “El hombre mira lo que está delante de sus ojos, pero Jehová mira el corazón.”
- 2 Crónicas 19:7 – “No hay injusticia con Jehová nuestro Dios, ni acepción de personas...”
La parcialidad también contradice la vida y enseñanzas de Jesús, quien constantemente rompía barreras sociales, étnicas y religiosas. Como Pedro reconoció en Hechos 10:34-35:
“Dios no hace acepción de personas, sino que en toda nación se agrada del que le teme y hace justicia.”
Finalmente, también va contra la naturaleza de la iglesia, llamada a vivir en unidad sin distinciones humanas:
- Gálatas 3:28 – “Ya no hay judío ni griego, esclavo ni libre, hombre ni mujer, porque todos vosotros sois uno en Cristo Jesús.”
La inclusión no es una moda cultural, sino un valor bíblico y espiritual. En la cruz, todos estamos al mismo nivel.
2. La prueba del Evangelio
Santiago llama a los creyentes a cumplir la “ley real” del amor:
- Santiago 2:8 – “Amarás a tu prójimo como a ti mismo.”
- Este mandamiento, citado también por Jesús, es el fundamento de una vida transformada por el Evangelio.
La parcialidad, dice Santiago, no es solo una mala actitud, es pecado (Santiago 2:9), y quienes caen en este pecado están igualmente condenados como quien quebranta cualquier otro mandamiento:
- Santiago 2:10-11 – “Porque cualquiera que guarda toda la ley pero tropieza en un solo punto, se hace culpable de todos.”
Aquí se muestra nuestra desesperada necesidad de gracia y perdón. Pero también la esperanza gloriosa:
Santiago 2:13 – “La misericordia triunfa sobre el juicio.”
Jesús, quien no mostró parcialidad al entregar su vida, nos llama a vivir con ese mismo amor radical e incluyente.
Preguntas para discusión- ¿Qué actitudes o acciones en tu vida podrían estar reflejando parcialidad, aunque sea de manera inconsciente?
- ¿Cómo puede tu comunidad cristiana reflejar mejor el carácter de Dios, quien “no hace acepción de personas”? (Deut. 10:17, Hechos 10:34)
- ¿De qué manera te invita este pasaje a depender más profundamente de la gracia y misericordia de Dios al enfrentar tus propias fallas (Santiago 2:10-13)?