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Micah: Constantine Ross is a cocky, provoking little...yeah. And I swear, I'd think that even if his family's business wasn't my biggest competition. It's time someone taught the man a lesson or two about life. At least that's what I tell myself when I offer him a job. Call it my good deed for the year...maybe the century.

When I quit the biggest boy band on the planet, I was supposed to get my life back. It's not that I wanted to leave the spotlight. I felt like I had to for my daughter. Her picture shouldn't be splashed all over the tabloids. I thought I could do this parenting thing on my own, but it's obvious I need help. I just didn't expect to find it in the form of a gorgeous guy I meet by chance. I can put my attraction aside for my daughter's sake. I've put my whole life on hold for her. If only he wasn't so tempting.

I never intended to become a stripper. Two years ago, I was in Nashville chasing the songwriter dream. Sleepless nights between day jobs were spent writing rock ballads and trying to make a name for myself. That all changed with one phone call that forced me to return to Atlanta. Needing consistent income to pay the mountain of debt I'd come home to, I traded stripping my soul for stripping my clothes. Then Archer West comes crashing into my VIP room, tempting me to break all of my rules.

It turns out making out with my best friend in high school could be considered gay. Who knew? Apparently, everyone but me. Now that it's been pointed out, I can't help reliving it in my head. Repeatedly. Good-bye Denial Town, hello Confusionville. When my path leads me down the gay dating app route, I don't expect to meet anyone I like, but then I meet him. He can't be more opposite than me. He's smart, he hates hockey, and he identifies as demi - something I've never heard of. Yet I can't deny something's there.

Curtis Hunt has made a name for himself as a chainsaw wood carver, winning national competitions and operating a small business in Rainbow Cove, Oregon. As winter whittles away his tourist traffic, his goal is just to survive the season and try to not get lost in grief for his dead lover. It's been two years, but he's sure he'll never be over the love of a lifetime. However, his body has a certain restlessness that he doesn't quite know how to calm. Logan Rosner knows a thing or two about restlessness.

Messing around with Arsen is like playing with fire, and I can't help but crave the burn. The day I met my best friend's new stepbrother I fell into hate with the moody jerk. The feeling is mutual. I loathe him and unfortunately want him in equal measures. At least he seems to be suffering the same undeniable pull. He infuriates me. He's crawled under my skin. Arsen has the ability to ruin me for anyone else, and I want to let him.

José de Ribera nació en Játiva (Valencia) y fue bautizado en aquella localidad el 17 de febrero de 1591. Hijo del sastre Simón Ribera y de su esposa Margarita Cucó, sus padres le enviaron a Valencia para que siguiera la carrera de Letras en aquella Universidad, pero su afición a las Bellas Artes le hizo cambiar los libros por los pinceles y asistir al taller de su paisano Francisco Ribalta (1565-1628). Ribalta abrió al joven Ribera el camino para llegar a convertirse en uno de nuestros mejores pintores.

Desde los últimos años del siglo XV, la España de los Reyes Católicos conoce el resurgir de la vitalidad nacional. La victoria política deja también su impronta en lo cultural. Se abren las puertas a todo lo que signifique influjo exterior para asimilarlo, pero sin olvidar lo propiamente hispánico.

Se ha dicho muchas veces, y con razón, que hay más diferencia entre el arte románico y el gótico que entre el gótico y el renacentista. El paso del arte románico al gótico supone una crisis radical del pensamiento europeo, mientras que el Renacimiento sólo era una continuación (si se quiere, una exageración) del pensamiento bajomedieval.

Características de los nuevos enfoques políticos y administrativos van a ser las Academias y las Reales Fábricas. Estas desempeñarán respecto a las Artes industriales un papel similar al de aquéllas en relación al Arte, es decir, serán el exponente de un programa definido y dirigido de política artística.

Hacia el último tercio del siglo XVI vino a España un pintor excepcional: Domenico Theotocopulos, El Greco. Ya habían venido y seguirían viniendo, contratados en su mayoría por Felipe II, otros pintores, como Cincinato, Cambiaso, Zuccaro, II Tibaldi, etcétera, pero eran todos artistas de segunda fila, como ocurriría luego en el si­glo XVII.

Toda la producción artística de la corte española durante el siglo XVII está marcada por dos hechos fundamentales que condicionan la marcha de la pintura, tanto en el modo como en la intencionalidad de su representación: la monarquía absoluta y la Contrarreforma, desembocando en un arte que, por excelencia, es religioso y cortesano.

En el siglo XV discurre en Cataluña y Levante bajo la influencia de las dos grandes escue­las renacentistas europeas: italiana y flamenca. En Castilla la pintura del siglo XV sigue un rumbo diferente que hemos de analizar con más detalle. Ante todo, hemos de decir que se nota un sensible retraso entre los estilos renacentistas de Cataluña y Castilla. Es un retraso espacial, puesto que Cataluña se halla en contacto directo con los focos franceses, y mantiene con Italia un ininterrumpido comercio marítimo.

El cambio que sufren las artes industriales o decorativas durante el siglo XIX es de gran importancia, por cuanto no se trata ya de conseguir obras de calidad artística como hasta entonces, sino de producir obras que encuentren fácil comercio por su bajo precio. Ya no van a servir únicamente para los artistas y artesanos puedan plasmar en ellas su ingenio y valía, sino que se industrializa su producción para satisfacer las necesidades de la pujante burguesía que ahora se desarrolla.

Nació en Fuente de Cantos, provincia de Badajoz, allá por el año 1598, a muy corto espacio de tiempo de otros "intocables", como Ribera o Velázquez, que nacen también al filo del 1600. Esta fecha es una de las más notables forjadoras de artistas, no sólo en España, sino también en el extranjero. Nombres como Rembrandt, Vermeer, Poussin, etc, aparecen en el mundo por las mismas fechas, es decir, son hombres de la misma generación. La generación de 1600 es una de las primeras generaciones de la Europa moderna, que es casi como decir de la Europa barroca.

El siglo XVIII coincide con la gran explosión cultural europea que se conoce habitualmente como Ilustración, y cuyo corazón reside indudablemente en Francia. La Ilustración es un fenómeno cultural de corte político y literario, pero también se proyecta con cierta originalidad en las artes plásticas, sobre todo en las de su potencia fundamental -Francia- y en algunos otros pueblos que aprovechan la ocasión para luchar por su libertad política y cultural en general.

La revolución socioeconómica europea que lleva este nombre supone un nuevo despertar del clasicismo griego con una personalidad absolutamente inconfundible. Si el clasicismo helénico había sido el periodo de mayor esplendor estético de la antigüedad, el nuevo Renacimiento pretende expresar de nuevo la grandeza del espíritu humano fuera de toda regla y condición.

Ya hemos dicho que Flandes es la otra zona europea en donde surge el Renacimiento artístico, tanto desde el punto de vista cultural y filosófico, como puramente estético. Italia y Flandes son las cunas del Renacimiento europeo y en consecuencia también lo son del arte europeo de esta época. Como ocurre con la Baja Edad Media, ambas zonas mantienen sin embargo su personalidad de un modo muy específico. No se puede confundir una obra italiana y otra flamenca de la misma época, aunque ambas resultan revolucionarias y sorprendentes comparadas con las de anteriores periodos.

Word of advice: Don't come out to random guys in public restrooms. Even if they're charming and adorably nerdy and offer to help. My family believes I can't be happy if I'm not out to the world. I have a bitter ex-boyfriend and an unstable NHL career to show for it. A fake boyfriend seems like an easy and quick solution to get my family off my back, and this guy is volunteering. I take him up on it without asking his name. I really should've asked for his name.

I swore I wouldn’t do this again. Mix sports, school, and sex. But right now the only thing standing between me and the NHL is six feet of frenemy packed into a pair of form-fitting jeans that have me thinking all kinds of things I shouldn’t. I don’t just want Kolby. I need him. Because I’ve got to pass this theater class—yeah, I said theater—if I’m going to keep my spot on the team. When tutoring sessions turn into dates-not-dates over Shipley Cider at Vino and Veritas, I realize it’s going to be harder than I thought to keep my hands on my stick and off of Kolby.